La idea de Cremaroma nace en el año 2006 como resultado de una larga tradición familiar que se remonta a la década de 1960 con mi bisabuelo materno.
Crecí jugando entre bolsas de café crudo y con el aroma de las tostaciones en cada recuerdo.
La empresa Familiar me brindó un espacio en el cual pude empaparme de todo lo que el negocio significaba y allí empecé a soñar con emprender mi propio proyecto.
Con el paso de los años formé una familia y las responsabilidades aumentaron, llegando a formar parte de otros equipos de trabajo, siempre dentro del rubro del Café.
Amplié mis conocimientos en Vending y Gastronomía y me nutrí de los matices y sabores que un rubro como este abarcan.
Hacia el 2013 tuve la oportunidad de viajar a Milán y visitar la feria HOST, instalaciones de NECTA, LAVAZZA y RANCILIO, siendo el puntapie inicial para empezar a soñar.
En 2015, después de 13 años trabajando en el rubro y una vida entera con aroma a café, me decidí a dedicarme 100% a mi propio proyecto: Cremaroma
De esta manera, me lancé al mercado con una premisa fundamental, crear blends únicos respetando los sabores de cada grano y ofreciendo un servicio personalizado y acorde a la necesidad de cada cliente.
El arte del blend es lo que define a un gran Café. La elección de los distintos varietales marcan el cuerpo, acidez y un aspecto aromático único.
